¿Qué nos puede aportar la economía colaborativa?
La economía colaborativa es un modelo donde los usuarios utilizan nuevas tecnologías para compartir, alquilar, vender o comprar bienes y servicios. Este modelo está en constante evolución, lo que permite la creación de nuevos espacios y oportunidades para implementarlo. A medida que las necesidades del mercado cambian, surgen más alternativas que promueven la colaboración y optimización de recursos entre los usuarios.

Existen varios tipos de economía colaborativa:
Consumo colaborativo:
por medio de plataformas digitales, los usuarios intercambian bienes y servicios. Se puede acceder a variedad de productos o servicios a cambio de dinero o trueque.
Conocimiento abierto:
plataformas que, sin necesidad de cobrar por su servicio, difunden conocimiento. La información no está sujeta a derechos de autor, así que cualquier persona puede acceder a ella cuando lo necesite.
Producción colaborativa:
son espacios virtuales o físicos donde se interactúa para ayudar en la gestión de proyectos, productos y servicios. Un grupo de personas trabaja en conjunto para crear su producción es común este mecanismo en el diseño o ingeniería.
Finanzas colaborativas:
son sistemas de crédito como préstamos, ahorros, donaciones, microcréditos y financiación colectiva como el crowdfunding. En el caso del crowdfunding, un proyecto logra ser implementado gracias a las donaciones de otras personas. Suele usarse en proyectos musicales, artísticos o culturales.
Pero, ¿exactamente cuales son los beneficios de este tipo de economía? te contamos de algunos:
La economía colaborativa ha revolucionado el mercado actualmente, los cambios que ha traído benefician a sus consumidores y también ayudan al planeta. Uno de estos beneficios es una mayor oferta de bienes y servicios que se ofrecen, incrementando las opciones que existen a la hora de adquirir productos. El segundo beneficio es el ahorro, los productos que se encuentran en los negocios de consumo colaborativo suelen tener un precio inferior al habitual. Además, no solo se pueden adquirir artículos con dinero sino en ciertos casos con trueques.
El siguiente beneficio es la sostenibilidad, haciendo estos intercambios que se mencionan incrementamos la vida útil de los productos, reutilizando y evitando la fabricación de nuevos. Por último esto nos deja otro beneficio más, el cuidado en general del medio ambiente. Podemos hacer esto optando por servicios como el transporte colaborativo, una segunda vida a los productos y aprovechando de manera eficiente los recursos.