Reunirse y conectarse ¿sabemos sus diferencias?
Solemos decir estas dos palabras muy a menudo, pero, ¿realmente conocemos el significado de cada una?
Marie Kondo es una empresaria, autora y consultora de la organización japonesa. A través de los años, y con la experiencia que ha ganado, sacó un tema importante a relucir en cuanto a la organización, tema que llamó una atención mundial: la diferencia entre ordenar y limpiar. Para resumirlo, la idea principal se basaba que a las personas se les enseñaba a limpiar, mas no necesariamente a ordenar.
Gracias a eso, Kondo explicó que limpiar conlleva o es un acto de higiene y ordenar es un acto de organización y clasificación que se aplica en todo una casa, que como todo causa y efecto conlleva a una vida cotidiana ordenada.
¿Qué rescatamos con todo lo mencionado anteriormente? Solemos dejar pasar por alto términos técnicos muy importantes porque creemos saber y entender su significado solo por el hecho de escucharlos constantemente, por ser muy sencillos o simplemente por ser humanos. Siguiendo con este pensamiento, podemos enfocarnos en las palabras que nos interesan a nosotros: reunión (reunirse) y conexión (conectarse).
Solemos usar los términos de “reunión y conexión” de manera muy común y cambiable, especialmente en el trabajo o en términos del mismo pero la verdad es que al igual como sucede con “ordenar y limpiar” son dos tipos muy diferentes de interacción.
¿Qué se entiende por reunión?
Para comprender esta palabra primero se debe conocer la etimología de reunir, que viene del latín reunire que significa volver a ser uno. Con frecuencia, una reunión comienza con la presentación de todos los involucrados. Al reunirse lo más común es el intercambio de información sobre sí mismos.
Pero por supuesto, el simple hecho de intercambiar unos cuantos datos de información significativa sobre uno mismo no le da a la otra persona una visión a fondo de quien eres, por lo que lo más común es comenzar con los prejuicios. Podemos poner de ejemplo las citas, al salir con alguien por primera vez el intercambio de información suele ser agotador, y nos dejamos llevar más por el físico o acciones como un peinado poco atractivo, o un comentario que sea suficiente para descartar a la persona.
Cuando se trata del lugar de trabajo suele ser la misma situación, se suelen formar juicios apresurados por el simple hecho de que al reunirnos no solemos conocer a nuestros colegas a mayor profundidad. Un buen ejemplo de cómo se suelen reunir sin conectar son los “after office” o “happy hour” como eventos sociales de trabajo que crean una extremada dependencia.
No es el hecho de que ciertas personas no puedan o no quieran conectarse en un happy hour o after office pero la realidad es que estos tipos de reuniones solo sirven para una breve introducción y se procede a la bebida, suelen ser superficiales para muchas personas.
¿Qué se entiende por conexión?
De igual forma, para poder comprender qué significa la palabra se debe entender que procede del latín “connexió”, siendo la acción y el efecto del verbo conectar. Conectar implica prestar la suficiente y debida atención a alguien forjando una relación íntima que se da entre dos cosas, personas, sentimientos, ideas. La misma puede suceder a través de algo material o inmaterial.
Conectar, siempre se tratara de ir más allá de las portadas y amabilidades fingidas. Conectar podría ser tan simple como discutir un episodio de tu serie favorita o describir el asombroso taco de carne que comiste anoche.
Piensa en los momentos en que alguien te contó una historia y la visualizas mientras hablaba. Empiezas a imaginar a esa persona en un contexto diferente y, como resultado, obtienes una imagen más holística de ella en tu mente. Eso no significa que te tenga que gustar la persona o que tengas que entablar una amistad con ella, pero, a través de este tipo de interacción, eres capaz de obtener una imagen más completa de quién es realmente.
La diferencia
El crear conexiones reales en donde trabajas puede ser más fácil de lo que parece. Si el reunirse sirve para conocer lo más superficial de la persona, establecer conexión puede ser tan sencillo como el saber que su color favorito es el mismo que el tuyo.
Y por otro lado, conectar tiene que ir mucho más allá de lo básico. No tiene que ser necesariamente en un lugar fuera de oficina. No siempre las conversaciones para conectar deben ser incómodas o difíciles.